martes, 15 de noviembre de 2011

ISLA




Por las arduas colinas de tu cuerpo
van mis ojos desnudos contemplando
los tersos panoramas, precipicios,
y el bosque primordial que mi deseo
exalta en la constante ceremonia
de mirarte, llamarte desde el fondo del ser,
de contemplarte tal se ven los campos en otoño
o las vertiginosas catedrales erguidas en la niebla
y entrevistas en la región sin nombre de la aurora.

Eres como una isla, te rodeo
y me ajusto a tus formas.
Tu forma me abraza y me habla al oído
Y tu boca me entrega el tesoro de tu esencia.

Por eso me mantengo en tus orillas
y tierra adentro sólo, van mis ojos.

(H.G.Vega y J.I.Jiménez)