viernes, 6 de mayo de 2011

DUBLÍN

Sé que La Luna renació esta noche, pues aunque las nubes no me dejaron conversar con ella, lo intuí desde que se puso el sol, a quien tampoco vi, claro.

Pero sé que me mirabas en el parque del fénix y en Seville Rd, donde me dijiste , ¿te acuerdas?, que un apartamento de un dormitorio se alquilaba por casi mil pavos, y por primera vez me sentí en mi ciudad mejor que en cualquier otra.

Pero tú te fuiste por el Liffey a tu mar, y a mi el río de la vida me ha dejado errante en el sur, en el mismo sur en que nos sentimos, tú a mi, yo a ti, por primera vez.

Ahora tu Ulises dublinés entrará por fin en ese Mediterráneo, donde le busco como Telémaco a su padre, para hacer juntos el viaje último pero al revés, desde Escila y Caribdis hasta el saco de Troya. Para empezar de nuevo: ¿era esto la vida? - Bien, ¡otra vez!