sábado, 4 de julio de 2009

MEDIANOCHE EN PUNTO

He visto el Absoluto en tu ternura,

pero era mi ojo,

y no la Ternura,

nada vi, nada sin Ti.


He oído lo Eterno en tu confianza,

pero era mi oreja,

y no la Confianza,

nada oí, nada sin Ti.


He acariciado el Aroma en tus palabras,

pero era mi olfato,

y no la Palabra,

nada olí, nada sin Ti.


He gustado el Sabor en tus labios,

mas era mi paladar,

y no tu Boca,

nada besé, nada sin Ti.


He sentido tu Cuerpo entre mis brazos,

pero eran mis dedos,

y no el Universo,

nada soy, nada sin Ti.


Pero el Absoluto y lo eterno del aroma al que sabe tu Cuerpo,

no requiere ojo ni oído ni olfato ni sabor en mis manos,

y los hombres dirán, olvidando mis cenizas,

que me fui sin enterarme.