lunes, 5 de junio de 2006

DOS POEMAS Y UNA ESPERANZA




- Oye: en la casa de al lado hay un tesoro.
- Pero si al lado no hay ninguna casa.
- Está bien: ¡ Construiremos una !
GROUCHO MARX


Si el río se lleva el tiempo del amor
y la fragancia de las rosas permanece
hasta que la disipa la llovizna escondida
entre los dulces secretos de tu cuerpo.

Si hay un huracán agazapado tras
el columpio del jardín, si ya se borraron
nuestras huellas en el césped. Si ya
sabemos que la música y el bullicio
de fiesta vienen de la casa de al lado.

Si es así, te digo, recojamos lo nuestro
de este lar y corramos, aliviados
del lastre de la rutina, y alcancemos
la caravana que se interna en el desierto
en busca –una vez más- de oasis que no existen.




CAMPANADAS A MEDIA NOCHE


He buscado tu nombre entre los huecos del silencio,
me ha dolido tu ausencia como azahar de primavera.
Ha regresado tu imagen desde los pliegues del olvido
y me he enfrentado a la nostalgia que se extiende
en el piélago inalterable que abrazan dos soles.

Ha sonado, una vez más, la campana de la muerte
en la torre de la iglesia. He vuelto a oír al gallo
taladrando la noche desierta de mis sueños.
No sé quién soy, amor mío. Pero más allá
de toda duda, a lomos del deseo, te llevaste
mi vida triste y cansada. Allí, lejos, reposa

desde entonces y crece como el musgo en las piedras
del arroyo. Allí, donde tantas veces te he buscado.